“El impacto psicológico del cáncer responde a la actitud habitual de las personas, que suelen atribuirle un significado definitivo”.
Por: Marina Orbe, psicóloga clínica y terapia de pareja
Llega a la consulta de psicología un usuario de 57 años, con indicios de depresión y ansiedad.
El señor Ortega (nombre ficticio) dice que no se siente bien desde que le diagnosticaron cáncer de próstata, refiere que su vida cambió.
Explica que le preocupa su esposa porque ella es joven (45 años), siempre han sido muy activos sexualmente y ahora tiene miedo de lo que pueda pasar.
Sin duda alguna, una de las tantas preocupaciones ante el diagnóstico de cáncer del señor Ortega es su vida sexual. Su esposa le ha brindado todo su apoyo, pero, aun así, tiene muchas dudas, por lo que buscó apoyo psicológico.
Los efectos psicológicos más comunes ante un diagnóstico de cáncer de próstata
La ansiedad, depresión, miedo y estrés son los efectos psicológicos más visibles, pero también se pueden registrar cambios en la autoestima y la vida sexual.
El diagnóstico de cáncer es un evento estresante en la vida de cualquier persona que se asocia con varias situaciones, como ansiedad, depresión, miedo, incertidumbre sobre el futuro, así como problemas físicos relacionados con los efectos del tratamiento.
El impacto psicológico del cáncer se debe a la actitud habitual de las personas que suelen atribuirle un significado definitivo, de estigma e incertidumbre a la enfermedad y su cura y hasta de muerte.
En el caso del cáncer de próstata, existe la probabilidad de que se presenten algunos efectos secundarios como la incontinencia urinaria, disfunción eréctil o que haya pérdida de la libido y trastornos del estado de ánimo, lo que puede ser interpretado como una amenaza a su masculinidad y afectar las relaciones afectivas y la autoestima, incluida la relación de pareja.
Los hombres con un diagnóstico de cáncer de próstata también podrían tener dificultades funcionales en el trabajo, por ejemplo, tener que orinar con frecuencia, con todo lo que eso implica, sumado al temor de que los compañeros de trabajo se den cuenta del problema.
Aunque cada paciente lo asume de un modo diferente, el cáncer de próstata puede ser un gran desafío en la vida de las personas afectadas, de su pareja y en general de su familia.
Muchos aspectos de la vida van a cambiar en lo personal y en lo social, donde el apoyo psicológico puede ser determinante para manejar el estado emocional individual o de la pareja, prevenir una posible depresión o ansiedad, además para maximizar el nivel de información sobre los efectos emocionales de la enfermedad, el tratamiento y los efectos secundarios.
A propósito del Día Mundial de Prevención del Cáncer de Próstata, el llamado es a una detección temprana y tratamiento oportuno. Ante un diagnóstico de cáncer de próstata, recuerda que además de la debida atención médica, puedes contar con apoyo psicológico profesional. En las clínicas de Profamilia estamos para apoyarte.