Navidad, época para reunirse con los seres queridos, para compartir en familia, comer lechón, uvas, manzanas, peras y pasteles en hojas mientras somos felices…
Eso dice la tradición dominicana y de muchos otros países, los buenos deseos copan el ambiente, las redes sociales se llenan de fotos que parecen un sueño, pero ¿es así la realidad?, ¿milagrosamente todos los problemas se olvidan, los conflictos familiares se liman? ¿Los parientes conflictivos se vuelven mansos y todo el mundo va con alegría a juntarse con la familia?
“Muchas veces la gente se reúne, no precisamente porque sea de su agrado, puede ser por obligación, por seguir tradiciones preestablecidas; por no sentirse culpable, para no ser juzgado por los demás o simplemente porque considera que no hay opción”.
Así lo considera la licenciada Nahumry Toribio, quien señala que, según su experiencia profesional como psicóloga, los conflictos familiares en los tiempos navideños son tan comunes “como el cerdo y las teleras en la cena”, porque los problemas no desaparecen por arte de magia.\
“Pueden crearse conflictos por las diferentes opiniones sobre religión, política o pelota; por las expectativas de las personas sobre cómo deben ser los encuentros, qué se debe comer, qué aporte debe hacer cada integrante de la familia, por querer tener la navidad perfecta como se ven en las redes sociales, por el consumo de alcohol, los gastos en que se incurre y por muchos otros detalles”, indica Toribio.
Pero hay otras situaciones, que, según la psicóloga, tienen mayor trascendencia, “los conflictos pueden ser producto de un drama familiar o cuando ha ocurrido una situación estresante y ese ambiente hostil se mantiene y sale a relucir en los encuentros familiares”.
“Mi recomendación es que usemos algunas estrategias para lograr la mayor armonía posible y así mitigar los disgustos entre amigos y familiares”, señala Toribio.
Considera que es básico comunicarse de forma honesta y respetuosa con los miembros de la familia; ser flexible y abrirse a la posibilidad de modificar los planes o de hacer cambios de última hora, también establecer límites claros para mantener una distancia saludable de los miembros de la familia que puedan ser considerados tóxicos.
Recomienda reservar tiempo para si mismo/a, para hacer cosas que generen felicidad y para eso es posible que se deba reducir la cantidad de eventos en los que se participa.
“La Navidad no tiene que ser perfecta, sino que se trata de pasar tiempo de calidad con tus seres queridos y crear buenos y bonitos recuerdos. La Navidad solo es una temporada, no una definición de tu valor como persona, así que ¡no dejes que la presión social te dañe la fiesta!” concluye.
NAHUMRY TORIBIO
Terapeuta familia y de pareja.
Puede consultar los horarios de la licenciada Nahumry Toribio en el siguiente enlace: