“Que cuándo voy a tener novio, cuando me voy a casar, cuándo pretendo tener hijos, que si me creo que me estoy poniendo más joven, ¡caramba!, parece que fue a parir a lo único que vine al mundo, ya estoy que no voy a las reuniones de familia”. Esa es la exclamación de Tatiana, una mezcla entre lamento y reproche, y es también la historia de muchas mujeres que aseguran que existe presión social para ver a la mujer como un ente de procreación, por encima de su esencia como ser humano.
“Las mujeres que han tomado la decisión de no ser madres, o que la maternidad no es una de sus prioridades en la vida, conocen la realidad de que se les vea como raras, “desviadas”, un poco sospechosas”, señala la psicóloga, terapeuta familiar y de pareja de Profamilia, Marina Orbe.
En 1941, en la llamada “Era de Trujillo”, se creó en República Dominicana la Ley 279 “sobre Maternidad Fecunda”, y se instituyó el “Premio Julia Molina de la Maternidad”, en honor a la madre del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, para reconocer a las madres con más de diez hijos.
La maternidad se consideró entonces como la principal razón de ser de la mujer y la no procreación era motivo de divorcio, tal como se estableció con la modificación de la ley de divorcio que se hizo en el año 1934, lo que le permitió a Trujillo divorciarse de su segunda esposa.
Sin embargo, atrás han quedado esos tiempos, como se reafirma en la declaración de los derechos sexuales, que señala el “derecho a decidir tener hijos, el número y espaciamiento de los mismos y a tener acceso a la información y los medios para lograrlo”.
Pero este derecho no impide que muchas mujeres, sin importar educación o situación económica, sufran la presión social acerca de su decisión de tener o no tener hijos, así como cuantos tener.
¿Qué efecto tiene en una mujer la presión social para tener hijos?
“Muchas mujeres que superan la treintena y aún no han sido madres escuchan con frecuencia frases como “y los hijos ¿para cuándo?», «Se te va a pasar el tiempo». Cuestionan a la mujer y esta invasión de la intimidad forma parte de la presión social que las mujeres deben soportar cuando deciden postergar o evitar la maternidad, indica Marina Orbe.
Señala que “si no se maneja de manera apropiada, esta situación puede llevar a cualquier mujer a una depresión, al aislamiento social, provocarle baja autoestima y ansiedad”.
Indica que esta presión social para tener hijos también puede llevar a la mujer a asumir la maternidad antes del momento que considere adecuado, o incluso, a ser madres sin sentir en realidad la necesidad de serlo. Considera que “la decisión de tener un hijo debe ser de dos personas que se comprometen de mutuo acuerdo a velar por ese ser humano que están decidiendo que venga a este mundo”.
¿También hay presión social para la mujer que tiene muchos hijos?
Si, y mucha, indica Maria Orbe. “De hecho, se le dice que no deben seguir pariendo, que si está loca, algunos llegan hasta a decirle la cantidad que deben tener, como un modelo estándar ideal de hijos. Esto implica un irrespeto a esa mujer, y si es madre soltera la cosa es muchísimo peor.
¿Hay alguna guía o sugerencias para lidiar con la presión social?
Algunas orientaciones para no dejarse influenciar:
- Tener hijos no es obligatorio. No tenerlos no es de cómodos o egoístas. Una pareja puede ser igual de feliz sin ellos y no arrepentirse nunca, son decisiones personales. Quienes presionen, que los tengan ellos.
- Nadie tiene derecho de juzgar las decisiones ajenas. La maternidad es una parte de la vida de la mujer, no es la única.
- Aclarar la situación con la pareja.Es necesario que la pareja afronte el tema de la maternidad con total sinceridad y claridad para evitar situaciones para las que no estén preparados. Tanto si es una decisión común, como si es de una de las partes, es importante que exista un consenso real y meditado entre ambos.
- Ser sinceros.Para evitar especulaciones y que la presión se incremente, es recomendable ser sinceros y decir de forma clara y contundente el motivo por el que no se desea asumir la maternidad, ya sea porque no se está preparado, porque se prefiere esperar o porque se ha decidido no ser madre.
¿Puede requerir apoyo profesional para lidiar con la situación?
Si, claro. En ocasiones la presión es tan fuerte que algunas personas requieren del apoyo emocional, pero esto va a depender mucho de su historial familiar y de cómo se maneja el tema de tener o no tener hijos en su familia, destaca Marina Orbe, y enfatiza que la presión puede ser mayor o menor según se maneje el tema en la familia de origen.
La actriz inglesa Helen Mirren definió la situación de la mujer en este tema así: “Ninguna mujer debería tener que explicar por qué no tiene hijos… Ser madre no es una obligación, sino una decisión”.