¿Por qué acepto lo que mi pareja quiera, si yo no quiero?
Tener una buena relación de pareja, sin duda alguna es algo que todas las personas quieren, pero ¿qué sucede cuando tratando de conseguir eso, pierdes tu identidad, tus deseos, tus valores y principios?
Con frecuencia recibo pacientes que no están cómodas en su relación pero no dicen nada para evitar “problemas”. Muchas veces –por ejemplo- aceptan tener prácticas sexuales que no les agrada y no están convencidas de querer hacerlas. Me refiero a los tríos, práctica sexual moderna que muchas parejas incluyen dentro de sus relaciones sexuales.
Cuando tu pareja te pide tener relaciones sexuales incluyendo a otras personas y no te sientas cómoda simplemente no lo hagas; si dices “no quiero” nadie te puede obligar a hacerlo. No hay nada peor que aceptar cosas que te incomodan en la cama y un trio intensificaría la incomodidad. Tener relaciones sexuales es algo que dos personas hacen de mutuo acuerdo como forma de disfrutar o sellar el amor que se tienen.
Muchas mujeres lo hacen solo por complacer, para no perder su relación de pareja y por temor a quedarse solas; otras lo hacen para innovar, pero luego pasa el tiempo y cabe la posibilidad de que uno de los integrantes de la pareja empiece a mostrar una preferencia mayor por otras personas. Algunos interpretan el trío como un permiso para la infidelidad.
Por otro lado, se corre el riesgo de que en lo adelante la sexualidad sea difícil en la pareja ya que para muchos, hacer un trio imprime un alto nivel de excitación y expectativa y eso hace que las personas no se sientan tan satisfechas con una sexualidad «normal», por lo que eso que aceptaron llega a traerles problemas, porque la pareja se lo pide otra vez, o se molestó porque creyó que le puso más atención a la tercera persona, o simplemente no se siente cómodo a menos que sean un trio, y si la quiere hacer sentir culpable es peor todavía: le reclama, la acusa y le pregunta que por qué ella aceptó hacer el trio y se olvida de que fue él quien la convenció de hacerlo.
La razón de aceptar hacer este tipo de cosas es muy sencilla: tu autoestima está baja, por eso prefieres hacer lo que no quieres, por no perder lo qué supuestamente quieres.
Si en verdad quieres tu relación, pero sobre todo te quieres a ti misma y no quieres formar parte de un trío, sencillamente dices que no. Sí tú pareja te quiere, entonces él entenderá tus razones para no hacerlo; de lo contrario, no te quiere y si alguien que no te quiere se va, en realidad no has perdido: has ganado.
Tener una buena relación de pareja es lindo, saludable, reconfortante y es, sin duda alguna, a lo que todos aspiran tener, pero nunca debes ir en contra de tus deseos, ni sentirte incómoda con ella. Las relaciones sexuales son libres, sin presión y consensuadas, son entrega y para eso debes sentirte querida, amada, a gusto, deseada y sobre todo cómoda para que las puedas disfrutar.
Nunca, nunca, aceptes tener prácticas sexuales que te laceran y que te humillan, si tu pareja insiste y no puedes decir que no, entonces busca ayuda. Necesitas trabajar tu autoestima y comunicación asertiva para aprender a tener una buena relación de pareja, saber cuándo decir si y cuando decir no, pero sobre todo aprender a decir no, sin que el otro se moleste.
Murray Bowen, pionero de la terapia familiar, decía: ser tú conectado al otro, pero sin regalarte. Quien realmente te ama, jamás te haría daño.
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