1-Soy un hombre de 34 años y fui diagnosticado con VIH recientemente, quiero saber ¿cuál es mi esperanza de vida?
La infección por el VIH es causada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) el cual destruye el sistema inmunitario o las defensas del organismo y si no se trata la infección, podría avanzar a una fase terminal llamada SIDA.
En la actualidad existen fármacos llamados antirretrovirales los cuales detienen este proceso. El número de muertes y enfermedades en personas con VIH ha disminuido en el mundo, desde que se empezaron a utilizar en la década de los 90.
Los últimos estudios muestran que una persona en tratamiento antirretroviral puede disfrutar de una esperanza de vida más o menos normal. Se ha demostrado que el tratamiento antirretroviral funciona mejor cuando se inician en el momento indicado, antes de que el VIH cause un daño grave al sistema inmunitario.
Estos medicamentos una vez iniciados es importante que tome todas las dosis correctamente como se le indique. Si bien es cierto que no logran curar la enfermedad, evitan la multiplicación del virus en la sangre y las defensas del cuerpo se van recuperando, con lo cual se evita que la persona pase a fase de SIDA.
2-Mi hijo tiene VIH y está viviendo en nuestra casa. ¿Existe algún riesgo para el resto de la familia y qué medidas debo tomar?
El VIH tiene formas muy específicas de transmisión que son: a través de relaciones sexuales sin protección, por compartir agujas contaminadas en las personas que usan drogas endovenosas, transfusiones de sangre contaminada y sus derivados y de la madre a su hijo, ya sea durante el embarazo, el parto o la lactancia materna.
Solamente ciertos líquidos corporales –como la sangre, el semen, las secreciones rectales, las secreciones vaginales y la leche materna de una persona infectada con el VIH- pueden transmitir el virus. Lo más común es que las personas lo contraigan o transmitan a través de sus comportamientos sexuales o por el uso de jeringas o agujas.
El VIH no sobrevive fuera del cuerpo humano, muere en pocos minutos. No se transmite por contacto casual, abrazar, dar la mano, compartir inodoro, compartir platos, beber en el mismo vaso o besar en la mejilla a una persona con la enfermedad. Tampoco se transmite a través de la saliva, las lágrimas o el sudor que no esté mesclado con sangre de una persona con VIH.
No se transmite a través de picadura de mosquito, garrapatas u otros insectos, ni a través del aire. Las personas que conviven en la casa no corren riesgo de infectarse. El rechazo y la discriminación es una de las principales barreras que las personas con VIH y con SIDA tienen que enfrentar día a día, incluso por parte de miembros de su propia familia. No discriminarlo ni estigmatizarlo, tratarlo como a los demás miembros de la familia será de vital importancia en la recuperación de su hijo.
3-Soy una joven de 24 años tengo VIH y estoy embarazada, tengo temor de que mi hijo/a nazca con la enfermedad. ¿Qué debo hacer?
La transmisión del VIH de una madre seropositiva a su hijo/a durante el embarazo, el parto o la lactancia es lo que se conoce como transmisión materno-infantil. Si no se realiza ninguna intervención el riesgo de que un recién nacido contraiga el virus oscila entre un 15% y un 25%. Sin embargo hoy en día existen estrategias para reducir la transmisión materno-infantil con el uso de la terapia antirretroviral y sustitución de la lactancia materna.
Los programas a nivel mundial han producido una espectacular reducción de nuevos niños infectados con VIH. Estos medicamentos usados por la madre reducen la transmisión a menos del 2%. El correcto uso de la terapia suprime la carga viral o sea el nivel de virus en sangre, a un nivel indetectable, lo que reduce enormemente su posterior transmisión al bebe, al mismo tiempo que restablece el sistema inmunitario de la madre, para que goce de una mejor salud. Por lo tanto trae beneficios tanto para la madre como para su futuro hijo.
Debes acudir lo más pronto posible a uno de los programa de reducción de la transmisión materno-infantil disponibles en nuestro país, para que puedas traer al mundo un niño sano.