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Aunque a veces consideremos que es difícil convivir con adolescentes, pero sabemos que es una etapa transitoria, que a medida que maduran, definen su personalidad y sus intereses y también que es un momento en el que necesitan la guía y orientación de sus padres y madres, tener personas de confianza que le acompañen en este tránsito hacia la vida adulta.
No hay un libro con recetas mágicas, pero en esta ocasión la licenciada Marina Orbe, psicóloga clínica de Profamilia nos ofrece algunas recomendaciones que podrían ayudar al momento de desempeñar el papel que nos corresponde como padre, madre o adulto responsable, que le preocupa su bienestar.
Algunas recomendaciones
1. Oriéntese. Lea libros sobre la adolescencia, piense en su propia adolescencia de forma objetiva y prepárese para los altibajos emocionales.
2. Hable con su hijo/a antes de que sea tarde. Responda a las primeras preguntas sobre su cuerpo o cualquier tema cuando todavía sea un niño, pero no le sature con demasiada información, solo limítese a responder sus preguntas. Si no conoce las respuestas, ayúdele a encontrar respuestas apropiadas, pero acompáñele en el proceso y nunca le dee sin respuesta, porque seguirá buscando sin su apoyo. .
3. Póngase en el lugar de su hijo. Practique la empatía, ayúdele a entender que es normal que esté un poco preocupado o cohibido y que también es normal que a veces se sienta «mayor» y otras como si todavía fuera un «niño». No lo critique por esa actitud que es transitoria.
4. Escoja sus batallas. Si su hijo/a adolescente quiere teñirse el pelo, pintarse de negro las uñas de los pies o vestir de forma extravagante, tal vez valga la pena que usted lo piense dos veces antes de oponerse. A los adolescentes les gusta sorprender a sus padres y es mucho mejor dejarles que lo hagan con cosas que son temporales e inofensivas. Guárdese las objeciones para las cosas que realmente importan, como el tabaco, las drogas, el alcohol o cambios permanentes (e irremediables) en su aspecto.
5. Fije expectativas realistas. Es probable que a un adolescente le desagraden las expectativas que sus padres tienen sobre él o ella. De todos modos, los adolescentes suelen entender y necesitan saber que sus padres se preocupan lo suficiente por ellos como para esperar determinadas cosas, como que saquen buenas notas, que se comporten correctamente y respeten las normas de la casa. Si los padres tienen unas expectativas apropiadas, es más probable que los adolescentes intenten cumplirlas.
6. Sepa identificar las señales de alarma. Que un joven experimente cierta cantidad de cambios es algo normal durante la adolescencia, pero un cambio demasiado drástico o duradero en la personalidad o en su comportamiento, puede indicar que existe un problema real que requiere ayuda profesional.
Esté pendiente si su hijo presenta una o varias de las siguientes señales de alarma:
- Aumento o pérdida excesiva de peso
- Problemas de sueño
- Cambios rápidos y drásticos en su personalidad
- Cambio repentino de amigos
- Faltar a clase continuamente
- Bajo rendimiento académico
- hablar o bromear sobre el suicidio
- Indicios de que fuma, bebe alcohol o consume drogas
- Problemas con la ley
Estas son evidencias de que necesita ayuda y si usted no puede ofrecérsela, busque apoyo profesional.
7. Supervise lo que ve y lo que lee su hijo/a. No se trata de controlarlo/a o de vigilarlo/a, pero lo que consume por programas de televisión, revistas, libros, Internet pueden ser un cúmulo de informaciones para las que no esté preparado/a, así que esté al tanto de lo que ve y lee su hijo. No tema fijarle límites sobre la cantidad de tiempo que puede pasar delante del televisor o de la computadora. Sepa qué aprenden sus hijos de los medios de comunicación y con quién se comunican a través de Internet.
El acceso a la tecnología también se debería restringir a partir de determinada hora (por ejemplo, las 10 de la noche) para favorecer una cantidad adecuada de horas de sueño. Es razonable limitar el uso del teléfono móvil y la computadora a partir de determinada hora.
8. Respete su intimidad: A algunos padres, comprensiblemente, les cuesta mucho respetar la intimidad de sus hijos e hijas, sienten que todo lo que hacen es asunto suyo. Pero, para ayudarle a convertirse en un adulto joven, deberá respetar su intimidad. Si usted detecta señales de alarma de que su hijo podría tener problemas, entonces no tendrá más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema, pero en caso contrario, deberá mantenerse al margen.
A medida que su hijo avance por los años de la adolescencia, usted notará que disminuyen los altibajos emocionales propios de esta etapa y al final se convertirá en un/a joven independiente, responsable y comunicativo, de acuerdo a los valores que se le hayan inculcado.
Si nota alguna situación que considera que no puede manejas, no dude en buscar ayuda, en las clínicas Profamilia ofrecemos atención psicológica a adolescentes con problemas de autoestima, depresión, ansiedad, comportamiento, comunicación, alimentación, duelo, sexo, así como a otras situaciones del ámbito de la salud mental.
Puede comunicarse al 809-689-0141 extensión 0, también al WhatsApp del mismo número, donde le darán información o una cita para los servicios de psicología.
Licda. Marina Orbe
Psicóloga Clínica/ Terapeuta Familiar